domingo, 7 de noviembre de 2010

Descúbreme el mundo

Luciente y reluciente
deslumbras mis ojos
cada vez que te miro.
Creces en mis manos
cuando respiras
y te descubres desnudo
al sol y sabes a sal
y a sangre y a espuma
y a potente juventud.

Descúbreme el mundo
y te lo daré todo.
siente en mi aliento
tu aliento de vida
y tu latido airado
y embravecido.

No sé cómo fue
pero noté correr la sangre
de las heridas en tus manos
aun cuando no conocía
ni la existencia de tus brazos.

¿Es la vida eterna
si a tu lado existo,
enamorado del cielo en tus ojos,
del ardor en tus labios?

I´m easy, dijiste
con tu acento anglicano
y te tuve que besar
por miedo a perderte.

Pero, dime,
cuánto hace que tu saliva es la mía,
cuánto hace que acaricias
mis manos con tus manos,
acostumbradas a no existir
enraizadas en las tuyas.

Madrid no es Madrid sin ti,
ni la vida ni la muerte
existen al verterme
en tus pupilas.

Soy todo tuyo cuando no estás
y cuando lo estás ami lado.
¡Qué fugaz el tiempo ahora!
¡Qué lento entonces!

Are we faithfull to each others?
preguntaste,
of course,
contesté de inmediato.

Y no puede caber
otro sol en mi pecho
cuando tú
ya estás dentro,
calentando
y esforzándote en verter
todo tu ser
en este invierno de entrañas,
en las que la nieve
estaba condenada a ser
charco en mis manos.

No quiero, que no quiero
pisar donde no has pisado
ni que recorran mis pies
pueblos que no has conocido.

Y habitar es vivir
y yo habito entre tus párpados
y eres el brillo del sol
y el sol mismo en su ocaso.

Tu sabor prevalece tibio
al recordarlo en mis labios
y tu palidez enciende la noche
con más fuerza que los astros.

¿Qué eres acaso?
¿Acaso eres?
Existes y yo existo
si tu existes.

La alegría se desborda
en mi sonrisa
y se agudiza
con el sudor de tu espalda

¡Qué calidez acolchada
la de tus dedos en mi pecho!
Tacto sobre tacto
Y mi tacto dentro y fuera de tu cuerpo.

Vivir sin ti no es vivir
y Madrid se despierta
más oscura
de cómo acostumbra.
El rumor de unos tacones lejanos
late en la penumbra
de sus calles y en sus calles
escribo un poema
en el reverso de una postal,
la postal en un sobre
y el sobre en mi regazo.

Y pienso en ti y en mí y en un país
que no es el nuestro.
Allí deambularemos
allí descubriremos
rincones y escondites
y canales y avenidas
y podré quererte más y más
a cada esquina que giremos.

Descúbreme el mundo,
por favor,
hazlo,
porque
Te quiero y Te quiero
y ni tan siquiera
me has besado lo suficiente
para saciar
mis labios de tus labios
extrañados.

1 comentario:

Alejandro Cano Sanz dijo...

¡cuánto amor, cuánta juventud! Me gusta porque no te lamentas, no lloras el amor, lo vives como corresponde a tu juventud, de forma verdadera, eso es lo bueno del poema sea bueno o malo.
Saludos
Alej.