jueves, 2 de diciembre de 2010

YO

Yo


Ahora que no estoy te lo contaré todo.

Yo era feliz cuando corría desnudo por la orilla, la cola colgando, la lengua de trapo.
Yo leía los dibujos de los libros con los ojos desorbitados.
Yo tiraba de la falda de mi abuela.
Yo reía cuando veía a mi abuelo sonreír.
Yo temblaba cuando te besé por primera vez.
Yo aprendí que quererte no era fácil y que querer dolía y cegaba a partes iguales.

Te diré que no te echo de menos a todas horas.
Te diré que el vino ya no corre de mi cuenta.
Te diré que yo no era el que tú llamabas a gritos en la cama.
Te diré que yo nunca fui el que tú llamabas a gritos en la cama.

Y sin embargo te quise.
Por tus medias rasgadas y tus hombros hundidos.
Por tu manía de conjuntar la ropa con el tono de los días.
Por colocar las tazas del revés sobre el fregadero.
Por ordenar cronológicamente los vinilos de antaño y los antaños en álbumes.

Era feliz cuando mis labios conservaban tu olor de por las mañanas, a recién dormida.
Cuando fumabas desnuda sobre la encimera un cigarro con dos dedos.
Te quise por el simple hecho de existir.

Ha llovido mucho y el agua, constante y rotunda se lo lleva todo despacio y sin hacer ruido.
Por eso quiero contarte cómo era entonces mi mundo.
Mi mundo de las fotografías en papel, de las cartas a mano y los primeros walkman.
Para que no se olvide. Para que nunca se olvide. Para que se sepa de dónde vinimos, dónde comenzamos a vivir de verdad. Si acaso toda mi vida es un comienzo, que se sepa que alguna vez viví siendo consciente de la vida y no de la muerte ¿Lo entiendes? Y si debo añadir algo para que lo comprendas,
di que viví.


VLM

1 comentario:

abcdmad dijo...

Veo con sorpresa y por sorpresa que has vuelto a escribir. Me alegra poder leerte. Por cierto, esta entrada es sencillamente preciosa.
Abcdmad, desde la sierra de Madrid.